El quehacer edilicio que María del Pilar Gómez Leal ha ejecutado durante los primeros 120 días de su administración, atrapa la atención porque con acciones concretas el rostro de la capital tamaulipeca empieza a cambiar. Para bien. 

¿Que tiene el apoyo del Gobierno estatal? Cierto es, porque así lo ha gestionado. 

De otra forma, con las contribuciones recaudadas –aunque ahora son mayores que en el bienio anterior--, no le alcanzarían para re-encarpetar ni siquiera ‘El 17’. 

Hay quienes aducen que el apoyo a Victoria es porque está cercano el proceso comicial para renovar ayuntamientos y Congreso local. Y no están equivocados. 

Sólo que Pilar en el corto tiempo de su administración sí ha sabido dar trámite positivo a sus requerimientos, por lo que, según informa, hasta hoy el servicio de recolección de basura alcanza un 98%de eficiencia; se han habilitado 4 mil 155 luminarias; recuperado 430 áreas verdes, eliminado 50 basureros clandestinos y se han bacheado más de 60 mil metros lineales de avenidas y calles. 

A usted le consta que (por todos los rumbos de esta ciudad) hay obras en ejecución por parte de los gobiernos estatal y municipal –invirtiéndose a la fecha 77millones de pesos, de un total de 200 que se proyectan invertir hasta diciembre próximo--, dejando un buen sabor de boca a la sociedad y sobre todo cuando la anterior administración municipal la dejó abandonada prácticamente. 

¡Qué importa que Pilar lo haga con fines reeleccionistas!, cuando en la precaria etapa que tiene como alcaldesa ha mostrado bríos --y saber hacer bien las cosas-- hasta lograr el reconocimiento de antecesores suyos como Teresa Aguilar Gutiérrez, José Manuel Assad Montelongo, Álvaro Villanueva Perales y Óscar de Jesús Almaraz Smer. 

Sobre todo ahora, cuando en el mosaico municipal no aparece ningún otro prospecto a la alcaldía con proyectos tangibles, fuera de acusar aún al ex alcalde (Xicoténcatl González Uresti) de payaso, rata (junto a su familia) e ineficiente, insuficiente, corrupto e incapaz para ocupar la presidencia. 

Por cierto, de fincarle algún cargo jurídico, ‘Pili’ se llenaría de gloria. 

La diferencia 

Maki Esther Ortiz Domínguez, la alcaldesa de Reynosa, sigue jugándole las contras al jefe político estatal. 

Y en su pecado lleva la penitencia. 

Los militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional (PAN), no la tragan ya por su ambivalencia. 

Y en Movimiento Regeneración Nacional (morena), no la aceptan sus cuadros municipales por acusarla de arribista. 

Como fuere, la frustración más severa de Maki, sería no colocar a su vástago (Carlos Peña Ortiz) en ningún cargo de representación popular. A manera de candidato de mayoría relativa o de representación proporcional. 

En fin, ya veremos cuando el enviado de morena tome las decisiones. 

Y, por cierto, sería atinada con Rigoberto Ramos Ordóñez. 

Obviamente, a quien Ortiz Domínguez no quiere. 

Pero de que jalaría, ‘claro pa’, ella diría 

Correo: jusam_gg@hotmail.com 

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.